Existe una idea, casi un mito, de que la verdadera aventura exige un peaje de incomodidad. Que para sentir realmente la ceja de selva, con su humedad, sus sonidos y su energía desbordante, hay que renunciar al descanso. Aquí, en el corazón de nuestra filosofía operativa en Cusco, creemos que esa idea es fundamentalmente incorrecta....Leer más
El viajero promedio llega a Cusco esperando tres cosas: altitud, ruinas y, quizás, un buen lomo saltado. Se preparan para el esfuerzo físico del trekking, para la humedad de la selva y para la majestuosidad de Machu Picchu. Sin embargo, la mayoría ignora por completo el eje sensorial más potente de la travesía: el sabor....Leer más