Perú es historia viva que se siente en cada rincón. No solo albergó al poderoso Imperio Inca, sino también a civilizaciones milenarias como Caral, Nasca, Chavín, Mochica o Kuélap, que dejaron un legado que aún respira en su gente, su arte y sus paisajes.
Somos uno de los países más biodiversos del mundo: en un solo viaje puedes cruzar desiertos, escalar montañas y adentrarte en la selva más intensa, viviendo contrastes únicos en cuestión de horas.
Nuestra cultura no se observa, se vive: más de 50 lenguas originarias, celebraciones ancestrales, ritmos que nacen en la tierra y una gastronomía reconocida a nivel mundial, donde cada plato es una historia que se comparte.
Viajar a Perú es mucho más que conocer un lugar: es dejarte transformar por su energía, su diversidad y su autenticidad. Y esa experiencia empieza en el momento que decides venir.
Puedes visitar Perú todo el año, pero la mejor época para conocer Machu Picchu es entre fines de marzo y octubre, cuando el clima es seco, los cielos están despejados y los paisajes andinos brillan con toda su fuerza.
De enero a marzo llueve más en los Andes, lo que puede afectar rutas, pero al mismo tiempo es verano en la costa: ideal para playas y sol.
Junio a agosto es temporada alta: hay más turistas, precios más elevados y todo se llena rápido. Si buscas tranquilidad, mejores tarifas y disponibilidad, lo mejor es reservar con anticipación. Cada estación tiene su magia; tú eliges cuándo vivirla.
Viajar a Perú es más simple de lo que parece. Si eres ciudadano de América o Europa Occidental, no necesitas visa para ingresar. Y si vienes de Argentina, Colombia, Chile, Ecuador, Bolivia, Brasil, Uruguay, Paraguay o Venezuela, puedes entrar solo con tu documento de identidad.
Mexicanos también pueden ingresar sin visa, solo con pasaporte vigente.
El permiso de estadía por turismo es de hasta 90 días, tiempo perfecto para explorar paisajes únicos, probar una de las mejores gastronomías del mundo y conectar con culturas vivas.
Todo está listo para recibirte. Solo falta que decidas cuándo empezar tu viaje.
Perú es un país diverso y hospitalario, y aunque como en todo destino debes mantener ciertas precauciones básicas, puedes viajar con tranquilidad. Las zonas turísticas están preparadas para recibir visitantes de todo el mundo. Elegir operadores formales y reservar con anticipación contribuye mucho a una experiencia segura y sin sobresaltos.
Solo necesitas tu pasaporte válido, y en algunos casos, tu documento de identidad nacional si provienes de países sudamericanos. No se requiere visa para turismo si vienes de América o Europa Occidental. La entrada es directa y sin complicaciones, lo que te permite enfocarte en lo esencial: vivir tu viaje.
Viajar con equipaje ligero no solo es práctico, sino que te permite moverte con libertad y disfrutar cada experiencia al máximo. Recomendamos llevar mochilas o maletas de tamaño promedio, de hasta 10 kg por persona, ideal para los traslados y caminatas más comunes.
Para los tours que incluyen Machu Picchu en tren, es importante tener en cuenta que solo se permite llevar mochilas o maletas de hasta 5 kg por persona, según la normativa del servicio ferroviario. Pero no te preocupes, el resto de tu equipaje puede quedarse de forma segura en tu hotel, mientras que tu mochila personal viajará contigo bajo el cuidado de nuestros conductores durante las rutas.
Si tienes vuelos domésticos dentro de Perú, recuerda que el equipaje de mano está limitado a 8 kg (18 lb), y el facturado a 23 kg (50 lb). Con estas recomendaciones, te aseguramos una experiencia fluida, segura y sin contratiempos. Todo está pensado para que solo te preocupes de lo más importante: vivir la magia de Perú.
En Perú, los bancos atienden de lunes a viernes entre las 9:00 y las 18:00 horas, y muchos también abren los sábados hasta el mediodía, lo que te da margen para realizar cualquier trámite sin complicaciones. Además, encontrarás cajeros automáticos en prácticamente todas las ciudades del país, conectados a redes internacionales como Visa, Mastercard o American Express. Estos cajeros permiten retiros tanto en soles como en dólares, aunque es importante considerar que pueden aplicar comisiones y tipos de cambio menos favorables.
La moneda oficial es el Sol (S/), y circulan monedas de 10, 20 y 50 céntimos, así como de 1, 2 y 5 soles. Los billetes van desde los 10 hasta los 200 soles. Si traes dólares u otra divisa, podrás cambiarlos fácilmente en casas de cambio autorizadas. En zonas turísticas como Cusco, los dólares son aceptados con relativa facilidad, lo que te da aún más flexibilidad.
Todo está pensado para que tu viaje sea simple y seguro desde el primer día. Ven con confianza: aquí, siempre encontrarás una opción para que tu dinero te acompañe donde quieras ir.
No se exige ninguna vacuna obligatoria para ingresar a Perú, por lo que puedes planificar tu viaje con total tranquilidad. Sin embargo, si dentro de tu ruta está explorar la exuberante región amazónica —una experiencia inolvidable para los sentidos—, el Ministerio de Salud recomienda vacunarse contra la hepatitis B y la fiebre amarilla.
En el caso de la fiebre amarilla, lo ideal es recibir la vacuna al menos 10 días antes del viaje para asegurar su efectividad y disfrutar de la selva sin preocupaciones. Son precauciones sencillas que te permitirán sumergirte en la naturaleza con mayor seguridad y libertad. Prepararte bien es también parte de la aventura.
Sí, puedes viajar con tu mascota a Perú, y muchos viajeros lo hacen para no dejar a sus compañeros de cuatro patas atrás. En el caso de perros y gatos, solo necesitas contar con dos documentos: un Certificado de Exportación y un Certificado Veterinario que acredite su buen estado de salud, vacunación y desparasitación. Ambos deben ser emitidos con un máximo de 10 días antes del viaje.
Es importante saber que está prohibido el ingreso de conejos provenientes de España. Para otras especies, como hurones, aves u otros animales exóticos, se requiere un Permiso Sanitario de Importación, además de una inspección sanitaria obligatoria por parte de SENASA al llegar al país.
Viajar con tu mascota es posible y seguro, siempre que te anticipes con los requisitos. Porque en Perú, también ellos son bienvenidos a vivir la aventura contigo.
Sí, encontrarás buena cobertura de internet en ciudades principales y destinos turísticos como Cusco, Lima y Arequipa. Algunos pueblos remotos tienen señal limitada, por lo que descargar mapas offline y confirmar la conectividad en tu alojamiento con antelación es una excelente idea.
En Perú, la electricidad funciona con un voltaje de 220V y una frecuencia de 60Hz. Si vienes de un país donde se utiliza 110V, es fundamental que traigas un adaptador o transformador para proteger tus dispositivos, especialmente si no cuentan con voltaje dual. Muchas laptops y cámaras modernas lo tienen, pero siempre es recomendable verificarlo antes del viaje.
En cuanto a enchufes, en Perú se utilizan tres tipos: con dos clavijas planas, dos clavijas planas más una redondeada, y dos clavijas redondeadas. Si tu equipo tiene un conector diferente, no te preocupes: puedes encontrar adaptadores en ferreterías o centros comerciales con facilidad.
Muchos hoteles de 4 y 5 estrellas ofrecen adaptadores a sus huéspedes, pero es mejor confirmar con anticipación. Un pequeño detalle como este puede marcar la diferencia entre una experiencia cómoda o una complicación innecesaria. Prepárate y disfruta tu viaje con total tranquilidad.
Hoy en día, pagar de forma electrónica en Perú es una práctica común y cada vez más segura. La mayoría de empresas turísticas y proveedores confiables ofrecen este servicio con los protocolos de seguridad necesarios, aunque siempre es recomendable que el viajero verifique la seriedad y reputación del proveedor antes de realizar cualquier transacción.
Es importante tener en cuenta que algunas plataformas, tiendas o negocios pueden aplicar una comisión adicional, generalmente entre el 5 % y 10 %, como penalidad por el uso de medios electrónicos. Esto se debe a que en Perú el procesamiento de pagos digitales aún implica costos elevados para muchos comercios.
Para evitar sorpresas, infórmate con anticipación, y si es posible, consulta por medios alternativos de pago. Con una buena planificación, podrás gestionar tus pagos de forma segura y conveniente durante toda tu estadía.
Recomendamos enfáticamente contratar un seguro de viaje antes de llegar a Perú. No solo te brinda tranquilidad, sino que te protege frente a imprevistos que pueden ocurrir incluso en las mejores aventuras.
Un buen seguro suele cubrir desde gastos médicos por accidentes o enfermedades, hasta situaciones como pérdida de equipaje, retrasos de vuelos, robos o incluso emergencias más graves como invalidez o fallecimiento accidental. Existen opciones individuales o familiares, con coberturas que se ajustan al tiempo de tu estadía y al nivel de protección que desees.
Viajar asegurado no es un gasto extra, es una inversión en tu seguridad y bienestar. Porque la mejor manera de disfrutar Perú al máximo, es sabiendo que estás cubierto en cada paso.
Sí, cada vez hay más alojamientos, museos y transportes adaptados en destinos como Lima, Cusco o Arequipa. Algunos operadores ofrecen tours diseñados para personas con movilidad reducida o necesidades especiales. Eso sí, es importante coordinar con anticipación para asegurar accesos adecuados, transportes privados y personal capacitado. Un viaje inclusivo y bien planificado es totalmente posible.
Perú, como cualquier país, tiene zonas que requieren precauciones, pero los destinos turísticos principales son seguros si sigues recomendaciones básicas: evita caminar solo de noche en zonas poco iluminadas, usa taxis por app, y contrata operadores formales. Con sentido común y buena planificación, vivirás una experiencia segura y enriquecedora.
Las entradas a Machu Picchu tienen cupos limitados por día y se agotan rápidamente, sobre todo en temporada alta (mayo a agosto). Lo ideal es comprarlas con al menos 2 a 3 meses de anticipación, especialmente si deseas adicionar el ingreso a algunas de las montañas opcionales Huayna Picchu o Montaña Machu Picchu. Puedes adquirirlas online en la web oficial o a través de nuestro servicio autorizado en el que nos encargamos de la logística completa. Reservar con tiempo no solo garantiza tu ingreso, sino también mejores opciones para el circuito y horario que permita disfrutar de las mejores vistas y del mejor recuerdo.
Machu Picchu, Huayna Picchu y Montaña Machu Picchu son tres zonas distintas dentro del mismo entorno, pero cada una ofrece una experiencia diferente:
Machu Picchu es la ciudadela principal, el corazón arqueológico que todos conocen. Aquí podrás recorrer templos, andenes, plazas, escalinatas y miradores emblemáticos como el Templo del Sol o la Roca Sagrada. Esta visita está incluida en todos los boletos y no requiere gran esfuerzo físico, por lo que es accesible para la mayoría de visitantes.
Huayna Picchu es la montaña icónica que aparece al fondo en las fotos clásicas de Machu Picchu. Subirla requiere buen estado físico, ya que es una caminata empinada y angosta de aproximadamente 1.5 a 2 horas en total. Desde su cima, las vistas de la ciudadela y del entorno natural son espectaculares. El acceso es limitado a unos pocos cientos de personas por día, por lo que se recomienda reservar con anticipación.
Montaña Machu Picchu, también conocida como la Montaña Vieja, es una caminata más larga pero menos técnica que Huayna Picchu. Toma entre 2.5 a 3.5 horas ida y vuelta, y ofrece una vista panorámica aún más elevada del santuario y del valle. Es ideal si buscas una experiencia de trekking más tranquila y con menos aglomeración de turistas.
Cada opción tiene su encanto, y la mejor elección dependerá de tu condición física, tu tiempo disponible y el tipo de experiencia que busques. Reservar tu boleto con antelación te permitirá asegurar el ingreso a la opción que más se adapte a ti, ya que los cupos son limitados y muy solicitados, especialmente en temporada alta.
Si bien puedes encontrar algunos servicios sobre la marcha, lo más recomendable es reservar con anticipación, especialmente Machu Picchu, el tren y vuelos internos. Así evitas contratiempos y aseguras horarios convenientes. Muchos viajeros que improvisan terminan con opciones limitadas o pagando más. Reservar antes te permite enfocarte en disfrutar, no en resolver.
Cusco no recibe vuelos internacionales directos desde Europa o Norteamérica. La mayoría de vuelos internacionales llegan primero a Lima, y desde ahí puedes tomar un vuelo doméstico a Cusco. Varias aerolíneas ofrecen múltiples frecuencias diarias, por lo que anticiparte en la reserva es clave para asegurar horarios convenientes y tarifas competitivas.
Las políticas de cambio y reembolso varían según la aerolínea o empresa. Algunas permiten reprogramaciones con penalidad, otras no ofrecen devolución. Por eso es fundamental revisar las condiciones al momento de comprar y, si es posible, optar por tickets flexibles. Una reserva organizada y clara minimiza estos riesgos y da margen para resolver imprevistos.
Sí, viajar en bus entre ciudades es una opción segura y muy popular entre los viajeros. Empresas reconocidas como Cruz del Sur, Oltursa, Civa o Movil Tours ofrecen servicios cómodos, con asientos reclinables, baños a bordo y hasta entretenimiento. Se recomienda optar por buses que viajan durante el día o elegir servicios nocturnos de categoría «VIP» para trayectos largos. Reservar con anticipación te garantiza mejores asientos y horarios más convenientes.
La ruta clásica es en tren desde Ollantaytambo hasta Aguas Calientes (Machu Picchu Pueblo). Para ello, primero debes viajar en vehículo desde Cusco a Ollantaytambo (aproximadamente 2 horas), y luego abordar el tren (1.5 a 2 horas). También existe la opción de rutas alternativas como el Inka Jungle o el Salkantay, para quienes buscan una experiencia más aventurera. Reservar el tren con anticipación es clave para asegurar horarios convenientes.
Ambas opciones son seguras si eliges correctamente. Airbnb puede ofrecer experiencias más locales o económicas, mientras que los hoteles, especialmente de 3 estrellas en adelante, brindan mayor estructura, recepción 24/7 y servicios turísticos integrados. Si buscas tranquilidad, respaldo y atención continua, reservar un hotel con buenas referencias suele ser la opción más práctica, sobre todo en destinos como Cusco, Lima o Arequipa.
En Lima, los barrios de Miraflores y Barranco son los más recomendados por su seguridad, accesibilidad y ambiente turístico.
En Cusco, el Centro Histórico es ideal para estar cerca de los atractivos y restaurantes, aunque San Blas ofrece un encanto bohemio y más tranquilidad y Wanchaq ofrece el interambio cultural con la gente local.
En Arequipa, hospedarse cerca de la Plaza de Armas te conecta fácilmente con todo. Reservar alojamiento con ubicación estratégica desde el inicio te ahorra tiempo y mejora tu experiencia.
El agua del grifo en Perú no es apta para el consumo directo. Para beber o cepillarte los dientes se recomienda usar agua embotellada o hervida. En hoteles, restaurantes y cafeterías suelen usar hielo de agua purificada, pero si tienes estómago sensible, es mejor preguntar o evitarlo. Prevenir es clave para que tu experiencia no se vea interrumpida.
La propina no es obligatoria, pero es habitual y bien recibida. En restaurantes, se deja entre un 5% y 10%, especialmente si el servicio fue bueno. Para guías o conductores, lo usual es entre 5 y 20 soles según la duración y calidad del tour. Siempre es un gesto de agradecimiento que contribuye a la economía local y genera relaciones más cálidas durante tu viaje.
Sí, el regateo es parte de la cultura comercial en ferias artesanales y mercados locales. Es común negociar precios con respeto y simpatía, sobre todo si compras varios productos. Eso sí, en tiendas formales y restaurantes los precios suelen ser fijos. Regatear con amabilidad puede darte mejores precios y experiencias más auténticas.
Perú es mayoritariamente católico, pero muy tolerante con otras creencias. Al visitar iglesias, sitios sagrados o participar en festividades, se recomienda vestir con respeto (especialmente hombros y rodillas cubiertos) y evitar actitudes ruidosas o invasivas. Mostrar interés y respeto por las tradiciones locales suele generar sonrisas y puertas abiertas.
Como en muchos destinos turísticos del mundo, pueden existir situaciones de sobreprecios o servicios informales. Para evitarlo, contrata tours y transportes con agencias registradas, pregunta siempre por los precios antes de consumir y evita cambiar dinero en la calle. Con una planificación básica y reservas anticipadas, tu experiencia será fluida y sin sorpresas.
En las ciudades grandes hay clínicas privadas con excelente atención médica, y muchos seguros de viaje incluyen cobertura en Perú. Si te enfermas en una zona rural, tu guía o agencia puede coordinar atención o traslados. Tener un seguro te da acceso rápido a atención de calidad, así que viajar preparado es una forma de cuidarte.
Muchas agencias son altamente profesionales, con años de experiencia y excelentes comentarios. Lo clave es elegir aquellas con RUC activo, licencia de funcionamiento y presencia en plataformas de confianza. Una agencia formal ofrece respaldo, cumplimiento y atención personalizada. Reservar con anticipación con operadores serios marca la diferencia entre un viaje común y una experiencia bien cuidada.
Lamentablemente, hay agencias y sitios no autorizados que venden entradas falsas. Y lo más común es que te digan que «si hay entradas a Machu Picchu» cuando en realidad ya están agotadas. Una vez aquí y durante el tour te «informarán» que por x razones y x problemas no tienes la entrada a Machu Picchu y buscarán la forma de solucionarlo a última hora, en muchos casos con la imposibilidad de ingreso solo terminan ofreciendote el reembolso de la entrada, pero con tu viaje destruido. Para evitar riesgos, compra siempre en la web oficial del gobierno o a través de nuestra agencia autorizada.
En temporada alta puede haber colas para buses, trenes o ingresos a Machu Picchu. Reservar con anticipación te permite evitar filas largas, acceder a horarios estratégicos y contar con todo coordinado. Las agencias también agilizan procesos y brindan acompañamiento para que aproveches mejor cada minuto del viaje.
Depende del servicio. Pero los tours que incluyen el ingreso a Machu Picchu se rigen por otras cláusulas y están sujetos a los términos y condiciones de cada agencia. El Ministerio de Cultura de Perú ha establecido duras condiciones para evitar modificaciones y reembolsos para evitar fraudas e incluyen restricción y penalidades que hacen que las agencias optemos por ofrecer políticas no reembolsables, especialmente en temporada alta. Por eso es bueno y encarecidamente recomendamos definir con previa anticipación su reserva y fechas apropiadas.
Hay rutas exigentes, pero también opciones suaves. La clave es elegir itinerarios según tu ritmo y condición física. Muchas agencias ofrecen versiones personalizadas o con pausas para aclimatarte. Planificar con tiempo te permite armar un viaje equilibrado, donde el disfrute no se vea opacado por el cansancio.
Opta por experiencias comunitarias, caminatas guiadas con locales, visitas a talleres artesanales o estadías en pueblos rurales. Evita tours masivos y busca rutas alternativas al circuito clásico. Viajar con operadores que priorizan el turismo responsable te conecta con el Perú real, ese que no se ve solo en las fotos, sino que se siente. Te esperamos!