La mayoría llega a Cusco con una imagen en mente: esa foto. La recompensa. La cima de la montaña, brazos en alto, con la ciudadela inca desplegada como un mapa antiguo. Yo también llegué así. Mi mochila estaba lista, mi cámara cargada, y mi objetivo era claro: conseguir esa toma. Lo que no sabía era...Leer más