Ausangate es la quinta montaña más alta de Perú, midiendo 6.384 metros sobre el nivel del mar (msnm). Es menos conocida ya que está opacada por el majestuoso “Machu Picchu”. Pero esta montaña es una de las más bellas y representativa de los Andes Cusqueño. Los paisajes que ofrece y la experiencia que el viajero vive en Ausangate son impagables. Está a sólo 100 kilómetros al sudeste de Cusco. Por eso la pregunta es ¿Cómo llegar a Ausangate?
Una montaña protectora
Ausangate (Awsanqati en quechua) fue una montaña muy importante durante la época del Imperio Inca. Seguramente habrás visto la palabra APU relacionada con Ausangate y otras montañas de los Andes. APU significa “montaña” pero también hace referencia a los “espíritus de las montañas”. Los Incas reverenciaban a los “apukuna” (plural de APU en quechua) con ofrendas. Lo hacían porque estos espíritus velaban por los humanos, los pueblos, los animales y los cultivos. Las ofrendas eran generalmente con coca y chicha (bebida a base de maíz). Pero en épocas de mayor desesperación también se hacían sacrificios humanos. Ausangate es uno de estos espíritus protectores junto a Salkantay (protector de Machu Picchu) y numerosas montañas más.
Video de AUSANGATE: Montaña de COLORES o ARCOIRIS
Mitología sobre Ausangate
En la mitología Inca, la quinta montaña más alta de Perú y sus lagos (entre los que se destaca Sibinacocha) aparecen como una deidad masculina. Se decía que desde aquí nace la energía que fertiliza a la Pachamama. Esta agua discurre hasta las tierras amazónicas cada día y por las noches regresa a llenar los lagos en forma de río de estrellas o Willkamayu (conocida en occidente como la Vía Láctea).
Cada año al lado norte del Ausangate se celebra desde tiempos inmemoriales la fiesta de Qoyllur Rit’i (quechua: “nieve de estrella”). Es antes de la fiesta del Corpus Christi. Durante la celebración miles de quechuas peregrinan al Señor de Quyllur Rit’i en el templo de Sinakara (pintura realizada sobre una roca). Este peregrinaje fue incluido dentro de la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La fiesta de Coyllur Riti
Entre los nevados del Ausangate y el Sinakara, se encuentra el Santuario de Coyllur Riti, conocido popularmente por los habitantes de la zona como Taytacha Coyllur rit’i, cuyo significado es “Señor de la nieve resplandeciente”. Cada año entre los meses de mayo y junio, se celebra desde tiempos antiguos, la fiesta de Coyllur Riti. Celebración durante la cual miles de quechuas peregrinan al Señor de Coyllur Riti. Este ritual está asociado con la fertilidad de la tierra y con la adoración de los Apus (cerros, dioses, tutelares), es considerada una de las fiestas nacionales indígenas más grandes de América.
¿Dónde queda Ausangate?
Esta imponente montaña está a 100 kilómetros al sudeste de Cusco. Se encuentra en el distrito de Ocongate, en la provincia de Quispicanchi, perteneciente al departamento del Cusco en la cordillera de Vilcanota. Visitar el Ausangate es considerado una actividad de turismo aventura. Se puede hacer trekking por sus laderas y contemplar paisajes inimaginables. Nuestro tour Ausangate 7 lagunas es una de las mejores opciones para que puedas descubrir este destino tan valioso de Cusco.
El clima es generalmente frío en la zona, aunque por las noches las temperaturas descienden hasta debajo de los 5°C. En cambio, durante el día puede estar hasta a 20°C. Además presenta vientos fríos durante partes del día pero el clima suele inestable ya que pueden haber precipitaciones y nevadas en cualquier momento.
¿Cómo llegar a Ausangate?
Existen 2 rutas para llegar hasta la montaña, la primera es ir en bus desde Cusco hasta el pueblo de Chilca, desde aquí se hace una caminata de entre 4 a 5 horas al Campo Base. La otra ruta es un poco más larga pero más económica, y consiste en ir desde Cusco hacia el pueblo de Tinki en bus y luego tomar un colectivo hacia Pacchanta. Desde este punto por la quebrada de Acero son 8 a 10 horas de trayecto hasta la Base del Ausangate.
Lo recomendable es salir muy temprano de la ciudad porque el viaje dura varias horas, especialmente si se va hasta el pueblo de Pacchanta. Allí comienza la caminata. Puede durar entre 6 y 7 horas por eso es conveniente acampar para almorzar, recargar energía y contemplar los picos nevados de la Cordillera Vilcanota. Durante esta caminata conocerás pequeños poblados escondidos en los Andes, observarás coloridas lagunas al pie de la montaña y manadas de llamas y alpacas. Durante gran parte del trayecto apreciarás la majestuosidad de Ausangate desde distintos puntos de vista por lo que tu cámara se llenará de bellísimas fotos.
Época ideal para el viaje
La mejor época para hacer rutas en esta parte del Perú es de mayo a diciembre, durante la estación seca. Intenta priorizar los meses de junio y agosto. En cambio, intenta evitar viajar durante el período que va de enero a marzo porque es bastante lluvioso. No solo es desagradable caminar encima de un sendero que se vuelve un resbaladizo lodazal, también aumenta el peligro de deslizamientos o caída de piedras.
Tips para subir Ausangate
Ten en cuenta que la caminata por el Ausangate se realiza a casi 4.900 msnm por lo cual tienes que estar bien aclimatado a la altura. No te aventuras en esta travesía hasta por lo menos haber estado 5 días en Cusco. Cómo tendrás la posibilidad de acampar te recomendamos que vayas preparado. No te olvides de ir bien abrigado, con zapatillas cómodas y un poncho para la lluvia que nunca está demás. Ten en cuenta estos consejos por si decides conocer por ejemplo la Montaña de Colores Vinicunca.
Tu viaje a Ausangate será increíble. Podrás apreciar el atardecer y el amanecer con la vista a la Cordillera de los 3 Picos. También explorarás comunidades nativas con sus ornamentaciones y textiles. Conocerás un hábitat que nada tiene que ver con el ritmo de las grandes ciudades. Le regalarás a tu cuerpo una experiencia exigente pero gratificante. Incluso a tu regreso al pueblo de Pacchanta podrás regalarte unas horas en las aguas termales que allí se encuentran. No te pierdas de conocer a uno de los “espíritus protectores” más venerados por los Incas, la quinta montaña más alta de Perú.
