Imagina por un instante dos mundos, dos cunas de civilización separadas no solo por miles de kilómetros de océano y tierra, sino por el abismo de nuestra concepción tradicional de la historia. En una esquina, Mesopotamia, la fértil medialuna entre el Tigris y el Éufrates, donde floreció Sumeria. En la otra, el vasto continente americano,...Leer más